
¿Qué está pasando con el dólar?
Por Diego Duarte Schussmuller – ueno bank S.A.
En los últimos días, muchas personas, empresas y medios de prensa se han estado planteando estas preguntas debido a que el dólar cruzó la “barrera de los 8.000” G/USD, generando inquietud naturalmente. En este marco, desde ueno news queremos contribuir al análisis, aportando comentarios sobre los factores puntuales que inciden en el comportamiento actual del dólar.
Empecemos… En primer lugar no tenemos que olvidar que nuestra economía normalmente tiene ciclos bien marcados a lo largo de un año calendario: en el primer semestre ingresan divisas provenientes de la exportación de granos, principalmente soja, lo cual conlleva a que exista oferta de dólares en el mercado y que el precio de la divisa americana tenga un sesgo a mantener su cotización, o inclusive, a bajar, dependiendo del volumen del dinero ingresado, que a su vez, se vincula con los rendimientos/toneladas obtenidas por los productores y los precios internacionales de dichos granos. Asimismo, en el segundo semestre de cada año, normalmente se tiene cierta presión al alza en la cotización del dólar, debido a que los importadores pagan sus importaciones del exterior (aumentando la demanda de dólares que, a su vez, puede generar un sesgo al alza) de cara a cubrir el dinamismo en las ventas hacia finales de cada año.
En este contexto, en lo que va del 2024 se tuvo un menor ingreso neto de divisas por caída de precios de commodities internacionales (soja principalmente), y a la par, se registraron aumentos en las importaciones asociados al dinamismo de la demanda interna, por lo que en los primeros nueve (9) meses, en el neto, dejaron de ingresar casi USD 1 mil millones, influyendo en la cotización actual del dólar (menor oferta de la moneda norteamericana en el mercado tiende a elevar su precio).
Por otro lado, observamos que la depreciación acumulada del guaraní en lo que va del año estaría en línea con la evolución de las monedas de sus principales socios comerciales, pues estas también han perdido valor frente al dólar:
1) influenciadas por las altas tasas de la FED en los EEUU durante mucho tiempo, que afectaron los flujos de capitales internacionales hacia mercados en desarrollo (disminuye la oferta de divisas y esto presiona al alza la cotización del dólar).
2) Si a esto se suma, la incertidumbre que surge con las tensiones geopolíticas en diversas regiones del mundo y, dudas sobre la evolución de las cuentas fiscales en el Brasil por ejemplo, finalmente influyen en las decisiones de grandes inversionistas institucionales a nivel regional y global, quienes optan por mantener o aplicar sus recursos financieros en activos denominados en una moneda fuerte como el dólar americano, generando aumento en su cotización en mercados emergentes en general, y en particular en economías como la brasileña, con un efecto cascada en nuestro país.
3) Es así que, ha sido importante que el guaraní acompañe los movimientos (depreciaciones) de las monedas de los principales socios comerciales, evitando que se afecte negativamente la competitividad de la economía paraguaya, para evitar volvernos más caros relativamente en dólares que los demás países (el tipo de cambio real con los principales socios comerciales permanece estable).
Depreciación de monedas regionales respecto al USD
Var. Acumulada a oct.24 (%)

Asimismo, al tardío inicio de recortes de tasas de la FED, se le ha sumado la moderación en el optimismo de los mercados respecto a próximos recortes adicionales de sus tasas (debido a la robustez que continúa exhibiendo el nivel de actividad en USA y una convergencia de la inflación más lento de lo que se esperaba) que, sumado al referido ambiente de incertidumbre internacional, contribuyen a que se mantenga un “dólar fuerte”. La contracara de un dólar fuerte es la de otras monedas debilitadas, en particular de las economías emergentes, como ya lo hemos señalado precedentemente.
En este contexto de escenario alcista por factores internacionales, sumado a aspectos cíclicos, la semana pasada el Banco Central del Paraguay (BCP) emitió un comunicado donde informaba que comenzaría a participar en el mercado con al menos una venta de USD 15 millones diarios, lo cual ha propiciado a que la cotización del dólar muestre una tendencia a la baja. Esta medida de emitir señales/comunicados de la autoridad monetaria, que luego serán convalidadas por las medidas de política que implementa, junto con la efectiva participación en el mercado, sumado a efectos cíclicos que podrían comenzar a ceder en las próximas semanas, podrían contribuir a una mayor estabilidad del dólar en el mercado.
Quizás a un ritmo más lento de lo esperado, las tasas de interés internacionales se continuarán recortando. Esto sumado al anuncio de inversión extranjera de gran porte en Paraguay para los próximos años, si no se registra ocurrencia de shocks climáticos o similares, se podría esperar que, como en años atrás, el mercado de cambios se estabilice en valores de equilibrio sin mayores repercusiones para el resto de la economía.
Por último y no menos importante, la economía paraguaya debería continuar avanzando en su diversificación productiva/exportadora, de modo a sortear la dependencia de los precios de commodities y de shocks climáticos. Asimismo, dotar de mayor profundidad al mercado de capitales para cobertura ante variaciones de precios (forward, swaps), y desdolarizar la deuda pública, de modo a quedar menos expuesta a estos shocks que, por su naturaleza, son impredecibles, pero ante los que se puede disminuir el grado de vulnerabilidad. Se está avanzando positivamente en esa dirección, pero estos episodios recuerdan su urgencia.
En los últimos días, muchas personas, empresas y medios de prensa se han estado planteando estas preguntas debido a que el dólar cruzó la “barrera de los 8.000” G/USD, generando inquietud naturalmente. En este marco, desde ueno news queremos contribuir al análisis, aportando comentarios sobre los factores puntuales que inciden en el comportamiento actual del dólar.
Empecemos… En primer lugar no tenemos que olvidar que nuestra economía normalmente tiene ciclos bien marcados a lo largo de un año calendario: en el primer semestre ingresan divisas provenientes de la exportación de granos, principalmente soja, lo cual conlleva a que exista oferta de dólares en el mercado y que el precio de la divisa americana tenga un sesgo a mantener su cotización, o inclusive, a bajar, dependiendo del volumen del dinero ingresado, que a su vez, se vincula con los rendimientos/toneladas obtenidas por los productores y los precios internacionales de dichos granos. Asimismo, en el segundo semestre de cada año, normalmente se tiene cierta presión al alza en la cotización del dólar, debido a que los importadores pagan sus importaciones del exterior (aumentando la demanda de dólares que, a su vez, puede generar un sesgo al alza) de cara a cubrir el dinamismo en las ventas hacia finales de cada año.
En este contexto, en lo que va del 2024 se tuvo un menor ingreso neto de divisas por caída de precios de commodities internacionales (soja principalmente), y a la par, se registraron aumentos en las importaciones asociados al dinamismo de la demanda interna, por lo que en los primeros nueve (9) meses, en el neto, dejaron de ingresar casi USD 1 mil millones, influyendo en la cotización actual del dólar (menor oferta de la moneda norteamericana en el mercado tiende a elevar su precio).
Por otro lado, observamos que la depreciación acumulada del guaraní en lo que va del año estaría en línea con la evolución de las monedas de sus principales socios comerciales, pues estas también han perdido valor frente al dólar:
1) influenciadas por las altas tasas de la FED en los EEUU durante mucho tiempo, que afectaron los flujos de capitales internacionales hacia mercados en desarrollo (disminuye la oferta de divisas y esto presiona al alza la cotización del dólar).
2) Si a esto se suma, la incertidumbre que surge con las tensiones geopolíticas en diversas regiones del mundo y, dudas sobre la evolución de las cuentas fiscales en el Brasil por ejemplo, finalmente influyen en las decisiones de grandes inversionistas institucionales a nivel regional y global, quienes optan por mantener o aplicar sus recursos financieros en activos denominados en una moneda fuerte como el dólar americano, generando aumento en su cotización en mercados emergentes en general, y en particular en economías como la brasileña, con un efecto cascada en nuestro país.
3) Es así que, ha sido importante que el guaraní acompañe los movimientos (depreciaciones) de las monedas de los principales socios comerciales, evitando que se afecte negativamente la competitividad de la economía paraguaya, para evitar volvernos más caros relativamente en dólares que los demás países (el tipo de cambio real con los principales socios comerciales permanece estable).
Depreciación de monedas regionales respecto al USD
Var. Acumulada a oct.24 (%)
Asimismo, al tardío inicio de recortes de tasas de la FED, se le ha sumado la moderación en el optimismo de los mercados respecto a próximos recortes adicionales de sus tasas (debido a la robustez que continúa exhibiendo el nivel de actividad en USA y una convergencia de la inflación más lento de lo que se esperaba) que, sumado al referido ambiente de incertidumbre internacional, contribuyen a que se mantenga un “dólar fuerte”. La contracara de un dólar fuerte es la de otras monedas debilitadas, en particular de las economías emergentes, como ya lo hemos señalado precedentemente.
En este contexto de escenario alcista por factores internacionales, sumado a aspectos cíclicos, la semana pasada el Banco Central del Paraguay (BCP) emitió un comunicado donde informaba que comenzaría a participar en el mercado con al menos una venta de USD 15 millones diarios, lo cual ha propiciado a que la cotización del dólar muestre una tendencia a la baja. Esta medida de emitir señales/comunicados de la autoridad monetaria, que luego serán convalidadas por las medidas de política que implementa, junto con la efectiva participación en el mercado, sumado a efectos cíclicos que podrían comenzar a ceder en las próximas semanas, podrían contribuir a una mayor estabilidad del dólar en el mercado.
Quizás a un ritmo más lento de lo esperado, las tasas de interés internacionales se continuarán recortando. Esto sumado al anuncio de inversión extranjera de gran porte en Paraguay para los próximos años, si no se registra ocurrencia de shocks climáticos o similares, se podría esperar que, como en años atrás, el mercado de cambios se estabilice en valores de equilibrio sin mayores repercusiones para el resto de la economía.
Por último y no menos importante, la economía paraguaya debería continuar avanzando en su diversificación productiva/exportadora, de modo a sortear la dependencia de los precios de commodities y de shocks climáticos. Asimismo, dotar de mayor profundidad al mercado de capitales para cobertura ante variaciones de precios (forward, swaps), y desdolarizar la deuda pública, de modo a quedar menos expuesta a estos shocks que, por su naturaleza, son impredecibles, pero ante los que se puede disminuir el grado de vulnerabilidad. Se está avanzando positivamente en esa dirección, pero estos episodios recuerdan su urgencia.
